jueves, 12 de abril de 2012

Medusas invaden El Salvador, en aguas del Pacífico

    Una masa de agua fría y la floración de algas se consideran como causantes de la aparición de las malaguas

SAN SALVADOR, EL SALVADOR (10/ABR/2012).- La costa del Pacífico de El Salvador afronta, el surgimiento de miles de medusas que han afectado a un total de 264 personas, indicó este martes el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

La combinación de una masa de agua fría procedente del Golfo de Papagayo en Costa Rica, la proliferación de micro algas y el viento del sur son los factores que, según dicho Ministerio, provocaron la salida de miles de medusas en las playas del sureste del país.

La especie marina fue identificada como "Chrysoara", tiene la forma de una campana, es de consistencia gelatinosa con tentáculos colgantes y de difícil visibilidad en el agua debido a su transparencia, y que al rozar la piel provoca enrojecimiento y ardor.

El especialista en ecosistemas marinos del MARN, Enrique Barraza, comentó que las medusas siempre han permanecido en aguas salvadoreñas a una profundidad de 15 metros, donde "la temperatura suele ser más helada".

Los factores oceanográficos relacionados a la masa de agua fría y la floración de algas - alimento de las medusas-, según Barraza, provocaron que estos organismos se desplazaran de forma vertical hacia la superficie y terminaran arrastrados por el aire hacia las playas.

El especialista indicó que la medusa "tiene el veneno alojado en sus tentáculos" y puede ser letal para especies pequeñas, pero no para el ser humano. qwer

sábado, 7 de abril de 2012

Mariposa azul de Miami, especie protegida de forma indefinida

    Se ha decidido prolongar la protección temporal que se había emitido el pasado agosto

MIAMI, FLORIDA (05/ABR/2012).- La frágil mariposa azul de Miami, que habita en los paradisíacos cayos de Florida, ha sido designada una especie protegida de forma indefinida por las autoridades estadounidenses, que tratan así de evitar su extinción.

El Departamento estadounidense de Pesca y Vida Silvestre anunció hoy que se ha decidido prolongar la protección temporal que se había emitido el pasado agosto para esta criatura, que habita en el extremo más sureste de Estados Unidos, aunque antiguamente se extendía por amplias zonas de la península de Florida.

"Para tomar esta determinación se ha evaluado cuidadosamente la mejor información científica disponible y comercial con respecto a las amenazas pasadas, presentes y futuras que enfrenta la mariposa azul de Miami", explicó ese departamento en un comunicado.

El pasado agosto se acordó una protección de emergencia con el objetivo de atraer la atención de ambientalistas y científicos para que aumenten las investigaciones sobre la mariposa azul y los fondos destinados a mantener su ecosistema y garantizar su supervivencia.

Esa protección temporal iba a acabar mañana, pero las autoridades han reunido documentación suficiente para afirmar que peligra la supervivencia de esta pequeña mariposa, cuyo tamaño no excede al de una uña, si no se toman medidas.

Así, es delito tratar atrapar alguna mariposa azul de Miami para coleccionarla, comerciar con ella en Estados Unidos o exportarla.

Una de las mayores amenazas a las que se enfrenta es a las tormentas tropicales y huracanes que durante gran parte del año suelen azotar al Caribe.

Se trata de un animal costero, no migratorio y endémico en el sur de Florida que antes poblaba grandes extensiones de la península floridana y que ahora tan sólo se encuentra en algunas remotas islas de los famosos cayos que salpican el sur del estado.

"La mariposa azul de Miami está en peligro de extinción debido a la influencia combinada de la destrucción de su hábitat, la ingesta de las plantas que la hospedan por parte de exóticas iguanas verdes, el daño accidental por parte de los seres humanos, la pérdida de diversidad genética y catástrofes ambientales, como los huracanes", explicaron las autoridades.

Estudian el cambio climático durante 50 mil años en el noroeste peninsular

    Los científicos medirán la salinidad, temperatura, turbidez, velocidad de las corrientes y las tasas y tipos de sedimentos depositados en el fondo

MADRID, ESPAÑA (07/ABR/2012).- Un equipo oceanográfico en el que participan el CSIC y las universidades de Vigo, Granada y Aveiro ha iniciado una campaña para estudiar las variaciones climatológicas desde hace 50 mil años en el noroeste peninsular, a través del análisis de los sedimentos marinos depositados en la cuenca interior de Galicia.

A partir del estudio de la edad, composición y tamaño de estos sedimentos a una profundidad de hasta tres mil metros, la campaña "Galinclimarch" busca reconstruir los cambios de las condiciones del ambiente y distinguir las tendencias naturales del cambio climático de las forzadas por la acción del hombre en las últimas décadas.

El catedrático de la Universidad de Vigo Daniel Rey explica que el objetivo de la campaña "Galinclimarch", de la que es coordinador, es contribuir a saber cuál fue la variabilidad del clima en el pasado, qué la produjo y cuáles son sus consecuencias para la naturaleza.

A través del conocimiento de cómo era el clima durante los periodos más cálidos, qué causó estos cambios de temperatura, cuáles fueron las "variables críticas" que los produjeron, como por ejemplo los valores de CO2 alcanzados, y si estos fueron similares a los actuales "podremos hacernos una idea de la situación en que nos encontramos y lo que podría ocurrir a continuación", apunta Rey.

Durante dos semanas, "Galinclimarch" muestreará, a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, sedimentos marinos e instalará un dispositivo que recabará datos de las condiciones oceanográficas actuales.

Los científicos medirán la salinidad, temperatura, turbidez, velocidad de las corrientes y las tasas y tipos de sedimentos depositados en el fondo durante un año por medio de un dispositivo fondeado a unos mil 500 metros de profundidad, y realizarán una prospección sísmica de alta resolución del subsuelo.

Estas mediciones servirán para calibrar los datos del registro sedimentario, lo que permitirá determinar cómo han variado estos parámetros durante los últimos 30 mil a 50 mil años.

Daniel Rey explica que la forma en la que se depositan los sedimentos y sus características dependen en una buena parte de las condiciones climáticas de cada momento.

Así, por ejemplo, en periodos húmedos, los ríos descargan más agua dulce y contienen más sedimentos de origen continental, principalmente arcillas y limos, a las cuencas oceánicas que durante los periodos secos.

Estos sedimentos se mezclan con los de origen marino que contienen restos de esqueletos de organismos, como pequeñas conchas calcáreas.

Tanto la proporción de estos componentes como sus variaciones en tamaño, el tipo de organismos o su composición dependen de factores como la temperatura, la densidad y composición del agua, o la velocidad de las corrientes, que a su vez dependen del clima.

De esta forma, a partir del estudio de la edad, composición y tamaño de los sedimentos acumulados en las cuencas oceánicas se puede hacer una reconstrucción de los cambios de las condiciones del ambiente en el que se formaron a lo largo del tiempo.